Kit Mantenimiento Piscinas Intex 28002
Ref. 672866000- 36,95 € 29,19 €
Consejos y trucos para la limpieza regular y el equilibrio químico adecuado de la piscina. ¡Todo listo para disfrutar de un oasis refrescante sin preocupaciones!
Con la llegada del verano por adelantado y las playas rebozadas, todos estamos ansiosos por disfrutar de los momentos agradables en nuestra piscina. Sin embargo, para garantizar una experiencia segura, antes de lanzarte al agua, es crucial limpiar y mantener nuestra piscina en condiciones óptimas.
La importancia de mantener una piscina limpia radica en varios aspectos. En primer lugar, la higiene del agua es esencial para proteger la salud de quienes la disfrutan. Una piscina sucia y descuidada puede convertirse en un caldo de cultivo para bacterias y microorganismos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades e infecciones. Por lo tanto, saber cómo limpiar una piscina y cómo mantener el agua limpia garantizará la seguridad de toda nuestra familia y amigos.
Además de la salud, tener la piscina limpia contribuye directamente al disfrute de la misma. Una agua cristalina y transparente invita a sumergirse, creando un entrono agradable. La sensación de bienestar y frescor que experimentamos al sumergirnos en una piscina limpia es un placer incomparable, convirtiendo cada chapuzón en un auténtico deleite.
Otro beneficio, no menos importante, es la seguridad. Una piscina descuidada puede presentar peligros ocultos como objetos afilados o resbaladizos en el fondo de la piscina. Asimismo, una piscina bien mantenida garantiza que los sistemas de filtración y limpieza estén en funcionamiento adecuado.
Para una limpieza eficaz de la piscina es fundamental utilizar accesorios de limpieza y productos químicos. Una combinación de estos devolverá la perfección a la piscina.
A fesmés.com recomendamos utilizar estos tipos de herramientas para limpiar tu piscina y dejarla perfecto.
Para que tu piscina se mantenga impecable en todo momento, es importante considerar tareas diarias y semanales. Así que, para ponértelo más fácil, te presentamos los pasos definitivos para realizar una limpieza diaria superficial y una limpieza semanal profunda.
Pasa el limpiafondos de piscina por el fondo. Lo más cómodo es utilizar un limpiafondos automático, ya que solo deberás conectar el extremo de la manguera del limpiafondos al puerto de succión o a la placa de aspiración de tu sistema de filtración de la piscina. Generalmente, se recomienda un tiempo de limpieza de al menos 2 o 3 horas.
Si tu elección ha sido realizar la limpieza de la piscina de forma manual necesitarás una manguera, un mango telescópico y un limpiafondos fijo o de ruedas. Cuando tengas el equipo listo, conecta la manguera y activa el filtro de desagote para proceder a limpiar el fondo. Se recomienda realizar la limpieza en líneas paralelas por toda la base de la piscina.
Limpia los filtros de la piscina y los accesorios. Los skimmers, las rejillas, los canales, los focos, las boquillas y los revestimientos de pared son algunos de los accesorios que se pueden tener en una piscina y deben limpiarse semanalmente.
En primer lugar, asegúrate de apagar la bomba y cerrar las válvulas que controlan el flujo de agua hacia los filtros. Seguidamente, retira la tapa del filtro y examina el estado de los cartuchos o elementos filtrantes. Si están sucios, retíralos y enjuágalos con agua a presión para eliminar los residuos. En caso de que estén muy sucios, sumérgelos en una solución de limpieza específica para filtros.
Finalmente, vuelve a montar el filtro correctamente asegurándote de que todas las conexiones estén ajustadas y selladas adecuadamente. Abre las válvulas y enciende la bomba para reiniciar el flujo de agua a través de los filtros.
Verifica los niveles de alcalinidad y dureza del agua. Será necesario utilizar un kit de prueba específico para piscinas. Estos kits generalmente incluyen tiras de pruebas o reactivos líquidos que permiten obtener mediciones precisas.
Siguiendo las instrucciones del kit de prueba, se toma una muestra de agua de la piscina y se añade el reactivo correspondiente. Se compara el color resultante con una escala de colores para determinar los niveles de alcalinidad y dureza del agua. El nivel de alcalinidad ideal suele estar en el rango de 80 a 120 partes por millón (ppm). Mientras que la dureza del agua ideal se sitúa generalmente en un rango de 150 a 250 ppm.
Estas mediciones son fundamentales para un adecuado equilibrio químico en la piscina, ya que niveles incorrectos pueden causar problemas como la corrosión de los materiales, irritación en los ojos y la piel, o la formación de depósitos de cal.
Si tienes dudas recuerda que puedes contactar con nuestros asesores y te ayudarán con todo el que necesitas.