¿Qué es y para qué se utiliza el taco químico?

El taco químico básicamente se utiliza para la fijación de estructuras y todo tipo de elementos pesados en cualquier material, desde piedra natural, ladrillo, hormigón, etc. También se le denomina anclaje químico y se utiliza en gran multitud de procesos de reformas, especialmente en la reforma de baño como ejemplo típico.

Características principales del taco químico

Su mayor diferencia que permite distinguirlo de otros tacos o elementos de sujeción es que el taco químico no funciona a través de la presión ejercida entre paredes. Es decir, se puede utilizar perfectamente en paredes con partes huecas o agujeros, como podrías ser un tocho o una esquina.

En este caso, el taco químico se fija y sujeta a través de su aplicación a través de la pasta, dando un resultado muy compacto, pudiendo admitir pesos realmente pesados. Y es que una pregunta típica es la de cuánto aguanta un taco. En el caso del taco químico, hablamos de que puede soportar más de 1 tonelada, partiendo de que el diámetro que suele utilizar para cargas pesadas es a partir de 10mm.

Tipos de resina para tacos químicos

En el mercado hay varias clases de resina para realizar los anclajes químicos, explicamos a continuación los disponibles:

  1. Poliéster: la resina de poliéster es la más económica por sus características, no se puede utilizar o debe evitarse en hormigón húmedo o que no esté fraguado, ya que la resistencia se verá afectada. No utilizarla en montajes de ventanas y puertas, carpintería en general y materiales huecos.
  2. Viniléster: dispone de una adhesión y resistencia superior a la resina de poliéster. Se aconseja en montajes de larga vida útil que no sean provisionales.
  3. Epoxi: esta resina ofrece las mismas garantías que la resina de viniléster, pero con un tiempo de curado mucho mayor (aproximadamente 10 veces más). Ideal para perforaciones de gran longitud en que se necesita mayor tiempo de trabajo.

 

Ventajas del anclaje químico

El anclaje químico ofrece un gran abanico de ventajas, entre las cuales destacamos las siguientes:

  • Gran resistencia en todo tipo de materiales.
  • Fijación de grandes pesos incluso en materiales de construcción huecos.
  • Habitualmente se utilizan para la fijación en suelos y paredes, pero también son muy utilizados en techos gracias a la gran seguridad que ofrecen.
  • Facilidad de montaje, gran estabilidad y sin olor
  • Gran resistencia al fuego y a las roturas.
  • No genera corrosión al entrar en contacto con los metales.
  • No perjudica la salud.

 

¿Cómo aplicar el taco químico?

Con estos sencillos pasos, podrás colocar y montar tú mismo los anclajes químicos:

  1. Empieza haciendo un agujero sobre la superficie donde vas a fijar el anclaje, con el diámetro del casquillo, varilla o tornillo que vas a introducir.
  2. Limpia la suciedad y los restos antes de colocar el taco, sobre todo en materiales macizos, ya que no se colocan los tamices.
  3. Introduce el casquillo de inyección del taco en al agujero.
  4. Prepara el taco químico desperdiciando un primer cordón (entre 5 y 10 cm) hasta que el producto salga de un color uniforme y compacto. Ahora ya estamos listos para su aplicación.
  5. Rellena el orificio con la resina previamente preparada, puedes utilizar una pistola para facilitar la aplicación si lo crees necesario. Se aconseja no llenar en su totalidad el orificio para que la resina no desborde al introducir el anclaje.
  6. Introduce el anclaje (solo dispones de unos minutos) y espera a que se cure según el tiempo especificado por el fabricante. Para obtener un agarre perfecto, deberás introducir el espárrago, varilla o tornillo girándolo como si enroscaras un tornillo en un taco, así se impregnará toda la superficie del anclaje.

 

Por todo ello, podemos decir que el taco químico es diferente a otros sistemas de sujeción. Sin duda alguna, el contenido del tubo resulta muy duradero, puede aguantar grandes pesos y usarse en muros u superficies huecas o esquinas.