Cañizo, mimbres y brezo natural

Productos naturales, ligeros y con diferentes grados de ocultación. ¡Encuentra en FESMÉS el que más se adapta a las medidas y necesidades de tu jardín, parcela, piscina o terraza!

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Cañizo, mimbre, brezo y helecho natural para decorar y ocultar tu jardín de las miradas. Productos naturales, ligeros y con diferentes grados de ocultación. ¡Encuentra en FESMÉS el que más se adapta a las medidas y necesidades de tu jardín, parcela, piscina o terraza!

 

Por qué comprar cañizo, mimbre, brezo y helecho natural

El cañizo, mimbre, brezo y helecho natural son perfectos para ocultar tu jardín, según el grado de ocultación que desees, deberás decantarte por un material u otro.

A continuación te explicamos las características de cada uno de los materiales:

El brezo es un material natural y uno de los más utilizados como sistema de ocultación. El brezo natural es una buena elección para recubrir vallas. Su bonita estética decorará la zona que desees ocultar o delimitar. Puedes encontrar distintas densidades de brezo según el nivel de ocultación que quieras obtener.

El mimbre es un material que proporciona una alta resistencia al sol y al agua, a la vez que nos ofrece una alta ocultación. Es un producto decorativo que aportará elegancia a tu estancia. Perfecto para crear distintos ambientes dentro de un jardín.

El cañizo tiene un aspecto mediterráneo y es adecuado para grandes delimitaciones como por ejemplo en el sector agrícola. Es perfecto como sistema de ocultación y su estructura es muy ligera y resistente.

Helecho natural es una fibra natural bastante resistente que resiste al paso del tiempo y a los rayos UV. Es uno de los materiales más utilizados. No proporciona una ocultación total, pero permite la creación de ambientes.

 

Cómo colocar cañizo, mimbre, brezo y helecho natural

La colocación de cañizo, mimbre, brezo y helecho natural es muy sencilla. Para la correcta sujeción de cañizo y brezo natural, se debe utilizar alambres galvanizados o recubiertos de plásticos para evitar su oxidación. Con tan solo unos alicates será suficiente.

Se debe fijar en los extremos y en el centro para evitar el movimiento con el viento.