¿Cómo pintar una fachada?

¿Cómo pintar una fachada?

Pinturas
Pintar una fachada es toda una aventura y para hacerlo correctamente es necesario saber qué pasos se deben de seguir. A continuación te explicamos paso por paso para que puedas lucir la fachada como nunca. ¡Apúntate a esta nueva aventura!

¿Qué necesitaré?

Materiales: Pintura plástica de fachadas.
Herramientas: Cubeta, rejilla para escurrir, rodillo, brocha, espátula, guantes, manguera o hidrolimpiadora de alta presión, cepillo, papel de lija, escalera, cinta de pintor, diluyente de pintura o aguarrás, mango extensible para mayor comodidad a la hora de pintar las zonas más altas, papel abrasivo, pasta para cubrir imperfecciones y una espátula para aplicar.

¿Qué características deben tener las pinturas para fachadas? 

Las fachadas acostumbran a ser la parte del hogar que se deteriora con mayor facilidad, ya que están expuestas tanto al sol como al agua y deben resistir ante los diferentes cambios de temperaturas  y estaciones. Además,  es de vital importancia cuidar el aspecto de las fachadas, y no únicamente por la estética e imagen, sino porque a largo plazo, si descuidamos una fachada, puede generar humedades y problemas de mayor importancia dentro del hogar.

De este modo, es necesario saber que existen diferentes tipos de pintura para aplicar en las fachadas:

1) Pinturas acrílicas: son pinturas que se caracterizan por ser de fácil aplicación.

2) Pinturas de hidropliolite: están formadas con resinas acrílicas y destacan por su gran resistencia a la intemperie, ideales para utilizar en fachadas dañadas.

3) Pinturas Siloxane: son pinturas de gran durabilidad y  alta resistencia a la intemperie, capaces de soportar climas extremos y húmedos.

Pasos previos a pintar una fachada

Antes de empezar a pintar la fachada, es necesario seguir una serie de pasos que te garantizarán el éxito.
 
1) Analiza la fachada: Antes de escoger una pintura y empezar a pintar, deberás limpiar y analizar el estado de la fachada, ya que si está dañada, será aconsejable utilizar una pintura de hidropliolite.

2) Analiza el clima de la zona: Escoge un tipo u otro de pintura en función si la fachada está ubicada en una zona húmeda, seca, fría o cálida.

3) Analiza el poder de cubrición de la pintura: capacidad de una sola mano de pintura para tapar y cubrir la superficie sobre la que se está pintando. Dependiendo de la capacidad, necesitarás más pintura o menos.

4) Analiza el rendimiento teórico: superficie (m2) que se puede cubrir con un litro de pintura.

5) Analiza la adherencia: Con una pintura adherente, no será necesaria la capa previa de imprimación, es decir, la capa que se aplica previamente en la superficie antes de empezar a pintar para que la pintura posterior se adhiera correctamente, evitando que se agriete. 

¿Por dónde empezar a pintar una fachada?

Una vez hayas analizado la fachada y tengas la pintura elegida, ¡podrás ponerte manos a la obra!

Primero de todo, deberás remover la pintura para fachadas hasta el punto en que quede toda homogénea, posteriormente, deberás coger un pincel y aplicar  la pintura en los ángulos y esquinas existentes. Es aconsejable empezar a pintar por la parte más alta de la fachada e ir bajando poco a poco y de manera progresiva hasta llegar a los cimientos del hogar. 

Se recomienda utilizar un rodillo, ya que al ser una superficie de grandes dimensiones, será más fácil y cómodo. Además,  si es posible, que sea de pelo natural, porque se limpian mejor que los sintéticos y  el acabado que dejan es más uniforme.

Deberás aplicar el rodillo de arriba hacia abajo y después cruzar unas pasadas de pintura de forma horizontal hasta volver a dar otras pasadas verticales de arriba a bajo. Al introducir el rodillo en la cubeta, se aconseja hacerlo rodar hacia delante y hacia atrás para que la pintura quede bien repartida (Si cuando levanta el rodillo la pintura gotea, le indicará que hay demasiada pintura en el mismo).

Nota: Es recomendable pintar a una temperatura ambiente de entre 10 y 25 grados.

Consejos Finales

Para que el rodillo no se estropee y pueda ser utilizado de forma reiterada, se aconseja limpiarlo con disolvente antes de guardarlo y dejarlo preparado para su próximo uso.

Si te ha sobrado pintura, no la desperdicies, ya que la puedes aprovecharla para otra ocasión. No obstante, si no vas a utilizarla más, podrás dejarla en un “Punto limpio”. Consulta la página web de tu ayuntamiento para conocer el centro de recogida más cercano a tu hogar.

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